La chica de Ipanema

(Publicado por primera vez en Noticias Montreal, en el 2012)

Ipanema es un viejo y hermoso barrio de Río de Janeiro; con muchos cafés, restaurantes y boutiques. Es uno de los lugares turísticos más concurridos de Río; y sus famosas playas compiten con su vecina Copacabana.

En los años 60, probablemente Ipanema no tenía la fama que lograría con el pasar del tiempo, sin embargo, sus playas eran el centro de reuniones de los jóvenes cariocas de la época.

Heloísa Eneida Menezes Paes Pinto, era una de esas muchachas que con frecuencia se la veía saliendo en bikini de las espumosas aguas hacia la orilla; o bien llegando a la playa, contorneándose, con su aspecto delgado y largo, su piel tostada y sus ojos verdes.

Heloísa, aunque para entonces tendría 17 años, probablemente parecía una mujer mayor y aunque no se sentía bella, sino más bien flaca y fea, su figura no pasó desapercibida de la mirada de dos cuarentones, que desde las terrazas del bar Veloso la observaban por las tardes. Estos eran el poeta y músico Vinícius de Moraes y el cantante, guitarrista y pianista Antonio «Tom» Jobim.

Heloísa solo supo de la existencia de esos hombres cuando el mundo entero conocería a «La chica de Ipanema». Heloísa, sin saberlo, fue la inspiración para que Vinicios de Moraes compusiera la letra y Jobim la música, de esa canción, que además universalizó la estampa de la «garota» brasileña -o «carioca» tratándose de Río de Janeiro; y puso al mundo entero a bailar un nuevo género musical, llamado la bossa-nova; una prodigiosa mezcla de rock y jazz, con el agregado vernáculo de la samba brasileña.

«La chica de Ipanema», o más propiamente «La garota de Ipanema», ha sido versionada en muchos idiomas, como «The Girl from Ipanema» o la versión francesa de «La fille d’Ipanema». (Ver video)

Ahora bien, ¿qué ha sido entonces de esta musa que la inspiró?

Por lo que sabemos, hoy Heloísa es una chica de 82 años, bien llevados. Se graduó en periodismo, pedagogía y derecho; y se ha desempeñado como modelo y mujer de negocios.

A pesar de que De Moraes reconoció en ella a su «musa» para la canción, ella no goza de las ganancias de la dicha canción; por el contrario, alguna vez los herederos de De Moares y Jobim, le entablaron un juicio cuando Heloisa puso una boutique de ropa de baño con el nombre de «la garota de Ipanema». Dicen que ganó el juicio; pero solo eso ha obtenido y probablemente no podría ser de otra manera, porque al fin y al cabo fue una inspiración para alguien, digamos de manera pasiva.

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